viernes, 1 de agosto de 2014

Dispara, yo ya estoy muerto - Julia Navarro


Hace unos días acabé de leer este maravilloso libro que me ha acompañado durante algunas semanas, por que creo que es de esos libros que hay que leer con tiempo y entenderlo en profundidad. Estoy fascinada y angustiada a partes iguales.

No sé como comenzar o acabar, como me dijo Carlos en mi instagram, es un buen libro para leer sobre todo en estos tiempos. Básicamente cuenta la convivencia de una familia palestina, los Ziad,  con sus arrendatarios unos judíos que huyeron de los progromos rusos y que compraron las tierras que los ex-arrendatarios de la familia Ziad y les permiten vivir ahí por el mismo precio. Se convierten en grandes amigos, por no decir hermanos hasta el punto de dar la vida los unos por los otros, pero la guerra así como pasan los años cada vez se hace más cruda llega y en la guerra toca elegir bando. ¿Que harán?

A mi me ha encantado conocer la historia de estos maravillosos personajes tan únicos, he reído, me he emocionado y he sufrido con ellos, desde el terrible principio al inesperado final. No os contaré nada por si lo queréis leer, pero cuando lo acabé se me hizo un nudo en la garganta y debo admitir que casi lloré. Tal vez por el mismo final y tal vez por que no lo concebía así, ojo, no es un final acabado. Realmente Julia Navarro deja el final un poco al aire, pero creo que pensándolo no puedo acabar de otro modo.

Este libro me ha hecho pensar y reflexionar muchisimo, ¿Qué mundo estamos dejando para el futuro? ¿Realmente queremos esto? Siempre las guerras las dirige gente que no se ensucia las manos, que manipula o obliga al pueblo a actuar. ¿Pero quién lo hace peor? ¿Ellos por dirigirlo o los demás por no rebelarse? ¿Hay otra salida? La guerra es horrible, siempre me ha parecido absurdo que los humanos nos peleemos por una puñetera bandera, por un color de piel, por una religión, por el poder monetario. ¿Por qué lo hacemos? ¿Realmente es tan difícil vivir juntos y tranquilamente?

AVISO: Por si no quieres leer una parrafada de reflexiones mías inconclusas e inconexas que además pueden herir la sensibilidad de alguien, no sigas leyendo.

He estado buscando razones a la guerra, más allá de la típica razón política, económica o demográfica y sólo he encontrado una que hasta a mi me parece cruel pero a la vez, tiene sentido. Si os dais cuenta la mayoría de guerras se dan en lugares dónde reina la pobreza, pero lo más interesante de estos lugares es que a pesar de pasar hambre hay una cantidad de población brutal. Cada vez que hay un boom de población comienza la guerra, incluso buscando he leído que hay tribus que se enfrentan cuando hay exceso de población, es un acuerdo mutuo. ¿Y por que lo hacen? Para que no falten los alimentos.

Pero claro, yo pienso; En este mundo super desarrollado dónde la mayoría de gente desecha mas comida de la que ingiere ¿Por qué no llevarlo a la gente que lo necesita? Pero después, si lo piensas, si todo el mundo estuviese bien alimentado de nuevo crecería la población, cada vez más y todos los alimentos se convertirían en pocos. ¿Por que tiene que ser así? La naturaleza se contradice, o eso creo. ¿Por qué no hay una salida salomónica a todo esto? Y de nuevo pienso, si consiguiéremos que todo el mundo estuviese bien tendríamos que poner un límite de nacimientos, pero la gente se rebotaría. ¿Por qué, quienes son los demás para decirles cuantos hijos deben tener? Además nunca falta la gente que quiere más que los demás.

Y otra cosa que pensé leyendo el libro es el echo de que cuando vas a la guerra como dice uno de los personajes llega un momento que debes "matar o morir", y te conviertes en autómata, un robot, pierdes la empatía por que si la tienes, mueres. ¿Qué vale más morir o matar? No lo sé, yo no me considero mejor que nadie, tal vez tengo un pensamiento demasiado utópico de la vida en el que todos podemos vivir genial con los mismos derechos. No lo sé.

En cuanto al amor, que también está presente, me he dado cuenta que mucha gente confunde amor con costumbre, la gente se adapta a algo. Y muchas veces condena a alguien que realmente le ama aunque no sienta ni una tercera parte por esa persona, solo por comodidad o tradición.

Las tradiciones también tienen lo suyo, no digo que sean correctas o no, pero cuando uno no está deacuerdo con ellas ¿Debe seguirlas? en el libro mismo se ve como algunos de sus personajes a veces dudan de sus tradiciones pero las siguen para no decepcionar a los demás, por hacer lo que se espera de ellos y no por hacer lo que realmente ellos desean.

Como véis libro me ha hecho pensar muchisimo y como siempre dónde busco respuestas sólo encuentro más preguntas.

¿Lo habéis leído?
¿Que opináis?
¿Habéis pensado alguna vez en lo que he escrito?
¿Creéis que hay una salida salomónica a la guerra?
¿Qué pensáis sobre las tradiciones?




2 comentarios:

  1. No he leído el libro, aunque no es mi género me parece interesante. En general me gustan los libros me hacen reflexionar un poco, es lo que hace que yo considere a un libro "bueno" entre otras cosas.
    La verdad yo sí que he pensado en ello (soy de esas personas que piensan en cualquier cosa que se les ocurra y le da miles de vueltas a todo), no he encontrado ninguna solución a las guerras, al menos ninguna en la que todos estuviésemos de acuerdo, porque como tú dices, siempre los hay que quieren más que el resto...
    Las tradiciones, costumbres... qué estúpidas son y cuánto las sobrevaloramos. Muchos pensamos que debemos hacer lo que creamos correcto o lo que nos guste pero luego somos los primeros que juzgamos a los que no las siguen, aunque sea de manera inconsciente.

    Un besazo!

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    1. ¡SI! A veces también empiezo a pensar en cualquier cosa por tontería que sea y comienzo a darle vueltas al asunto.
      Y si, estoy totalmente de acuerdo siempre he creído que sobrevaloramos las tradiciones, por ejemplo, a mi personalmente lo de reunirme con la familia en navidad me aborrece. A ver, lo de reunirse es genial, pero me molesta que se necesite de una "fiesta" que además no es nuestra ya que o bien es religiosa o yankee para reunirse cuando el resto del año generalmente ni te miran a la cara (bueno menos lo que es la familia más cercana).

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