¡Hola!
Aquí estoy dos semanas después de mi "ausencia", no vengo del todo, aunque no me he ido. Pero he decidido contaros que tal me va, ya que escribir esto también me ayuda y puede que ayude a alguien, puede que no, pero aquí va.
¿Qué he hecho durante estas dos semanas?
Gente dañina: He empezado a dejarle claro a la gente que me hace daño que me lo está haciendo, me di cuenta que uno de los principales problemas es que siempre hacía caso a este tipo de gente, es decir, no era consciente de el daño que me estaban haciendo hasta que me atreví a decírselo y aquí vi que tipo de personas eran, la verdad no me arrepiento. Primero por que lo dije de manera asertiva y educada, y segundo por que ha sido como quitarme un peso de encima. Y eso me lleva a los siguientes dos puntos.
Decir "NO": Me había acostumbrado a decir a todo que sí, siempre, aunque no quisiera. Sí por que mi amiga me lo pide. Sí por que mi familia. Sí por que tal. ¡BASTA! Tengo opinión y es igual de válida que la de los demás, he dejado de hacer lo que se espera de mí y estoy buscando el camino para hacer lo que espero YO de mí. Si algo no me gusta o no quiero hacerlo, lo digo.
Quitarme las máscaras: Siempre he sido bastante sincera, pero me dí cuenta que muchas veces por algunos problemas que tuve cuando era más pequeña, fingía que me gustaba aquello o lo otro, empeñándome en que debía gustarme. Por ejemplo; si alguien me hablaba de fútbol me empeñaba en leer sobre fútbol y ver algunos partidos. Aunque realmente desde el año pasado no lo hacía tanto. Y ahora directamente he cortado por lo sano y soy, ahora si, cien por cien sincera. Y la verdad es que odio el fútbol, me encanta la fotografía y las manualidades, dormir, cantar en la ducha, tumbarme bajo la lluvia, hacer el idiota cuando nadie me ve y se me da genial hacer chistes malísimos. Llevo un 42 y sólo tengo 3 pares de zapatos por que no necesito más. Estoy en contra de comprarme 3987439854 piezas de ropa y zapatos que sé que no utilizaré, me encantan esos tres pares y los uso un montón. Un par para invierno, otro para verano y unas zapatillas de deporte. Cuando están inservibles las repongo y ya está. No, no es una lástima, para mí es un gustazo.
Pasar más tiempo con la familia: Este último año he estado más fuera que dentro, y he "vuelto", he pasado estás dos últimas semanas la mayor parte del tiempo con mis hermanas sobretodo, hablando, paseando, etc. Y me siento muy reconfortada.
Ejercicio: Antes lo que hacía era matarme a hacer ejercicio (correr, abdominales, etc) y acababa dejándolo. La razón es sencilla, me frustraba por que nunca era suficiente me sentía horrible con mi cuerpo y pretendía cambiarlo forzándome por encima de mis possibilidades. Ahora voy a caminar con mi hermana por las noches, no me cuesta nada y me encanta. Caminamos entre una 1 h y media o dos, y me siento bastante mejor. Además, creo que ayuda bastante hacer ejercicio con alguien. Y mientras caminamos hablamos, hablamos y hablamos. Y eso ayuda.
Leer: Empecé a leer "Dispara, yo ya estoy muerto" de Julia Navarro y me lo tomo con tranquilidad, además he estado de examenes y en dos semanas volveré a tener, cuando tengo un rato libre leo. Y tengo una larga lista de libros sobre mi escritorio esperando ser devorados.
Música: Había llegado un punto de mi vida, que ni ganas de escuchar música y nunca he pasado más de un día sin música. Así que, aunque no lo parezca, era grave. Me obligué a escuchar música y me siento muchisimo mejor. He encontrado grupos y cantantes que me encantan.
Relajación: Cuando siento que voy a estresarme, paro un momento y respiro hondo, me tumbo en la cama, pongo música relajante. Y me dejo llevar por el hilo de los pensamientos, no importa si tengo toneladas de trabajo, si no tengo tiempo por que en un rato tengo que ir a mil lugares, me paro y respiro. Creo que es importante hacerlo.
Automotivación: Trato de automotivarme cuando las cosas no salen bien, cuando paso por delante de un espejo o me doy cuenta de que llevo cara de mal humor o algo, me sonrío a mi misma y acabo riéndome. Es estúpido perder el tiempo en estar enfadada y sin saber por qué, o por algo que ha acontecido y no puedes cambiar. Además también miro muchisimos vídeos sobre historias de gente, habladores motivacionales, puede parecer una tontería; pero realmente ayuda que cuando tú no puedes alguien más te recuerde que la vida es preciosa y que vale la pena levantarse todos los días con una sonrisa, sólo por el hecho de estar vivos. Hay gente que está en peores condiciones y nunca le falta la sonrisa.
Destruir pensamientos negativos: Este tipo de pensamientos con los que te automachacas son inevitables en algunas ocasiones, pero trato de dejarlos marchar en vez de retenerlos y si persisten, escribo todo aquello que me agobia y después lo rompo o elimino, no quiero volver a leerlo. Es importante desahogarse y sacar fuera todo aquello que nos agobia y más importante, desecharlo. No quiero volver a verlo, es una pérdida de tiempo volver a estar mal por una cosa ya pasada.
Volver a la infancia: ¿Volver a la infancia? ¡SI! He ido a pasear por dónde iba cuando era pequeña, me he comprado playmobil y los he montado, he vuelto a tener un dispensador de caramelos pez y realmente echaba de menos esos caramelos, me he sentado frente al mar, he comido helado de menta con chocolate y me he ensuciado hasta el último centímetro de piel con él, he jugado en parques ante la divertida mirada de la gente de mi alrededor. Y creedme, sienta muy bien. Dejar de ser adulta, madura y responsable durante unos minutos.
He estado sola: No en el mal sentido, he decidido hacer cosas sola. Ir aquí o allí, tomar decisiones, ir a conciertos (¡Toma otra cosa que tachar de mi lista!) y no me refiero a grandes lugares masificados con gente gritando al ritmo de una guitarra que apenas se oye, no. Conciertos más sencillos y acertados. Así como es importante estar con otra gente, también es importante hacer cosas solo y hacer de vez en cuando una introspección.
Perdonar: No sólo perdonar a al gente que me ha dañado, más bien, perdonarme a mi misma. Siempre he estado con ése continuo pensamiento de "Es culpa mía", "Lo merezco" incluso de situaciones en las que yo sólo tenía que ver estar en mal lugar, he empezado a liberarme lentamente de eso. Claro, es posiblemente uno de los puntos más díficiles, pero tal vez de los más importantes y lentos. Pero vale la pena quitarse ese peso de encima.
Aceptar el amor: Frases como "Hay personas que creen que no merecen ser amadas" o "Aceptamos el amor que creemos merecer" me dejó pensando, siempre he creído que no era suficiente, que mi pasado definía mi vida, mis errores, mis aciertos, mis discusiones, mis risas, creía que todo aquello me definía. Y no. Yo, y todo el mundo, merece amor. Que me haya equivocado algunas veces, que no me haya encontrado aún con la persona correcta, no significa que no lo merezca.
Y estas són básicamente las cosas que he hecho y que sigo haciendo.
¿Qué opináis?
¿Hacéis alguna de estas cosas?
¿Tenéis momentos de introspección y/o relax?